Me llamo Lorena y desde pequeña he tenido una conexión especial con el mundo emocional. Me sentía distinta porque  percibía felicidad por las pequeñas cosas de la vida, por los pequeños gestos. Cuando fui creciendo esa sensibilidad, esa parte emocional tan positiva y tan bonita fue dejando paso a miedos e inseguridades. Me agobiaba mucho el futuro, analizaba el pasado y ello me llevaba a perderme el presente. Cada vez me encontraba más estresada, acelerada, confusa, triste, pero pensando siempre que es lo normal en esta vida. Hay gente brillante y luego estamos el resto con nuestros miedos, inseguridades, temores y preocupaciones.

Y un día la vida me llevó al Yoga o el Yoga me escogió en su vida, no sé,  pero guiada por un alma bella, acudí a una clase y fue entonces cuando la magia del Yoga me invadió. Sentí desde el primer momento que había encontrado un espacio dónde, a pesar de todo, era feliz. Mis clases semanales me ayudaban a ordenarme, a encontrar mi centro y mi equilibrio. Pronto fui consciente de que necesitaba profundizar más en la práctica y mi inquietud por saber más sobre esta disciplina fue creciendo con cada clase. Me gustaba ese poso de paz, calma y amor que se quedaba en mí en cada práctica, era mi refugio y solo quería vivir en ese estado permanentemente. Mi profesor fue una gran apoyo en todo momento y poco a poco sin yo saberlo, me fue preparando para ir un paso más allá, así que animada por él y también por otras almas bellas, decidí dar un giro a mi vida y formarme durante dos años en esta disciplina. Actualmente como:

– Profesora de Yoga Integral.

– Profesora de Yoga Infantil.

Busco poder llevar la luz del Yoga y enseñar este camino, a todo aquel que quiera encontrarse y quiera mejorar su vida desde dentro, desde lo más profundo. Mi trabajo es ofrecer esos conocimientos teóricos y prácticos que tengo adquiridos e integrados, a mis alumnos, con el objetivo de aportarles los múltiplos beneficios que tiene el Yoga, no solo en la parte física, sino también en la parte emocional y mental.

Es muy gratificante ver y escuchar como tus alumnos viven personalmente los cambios y beneficios que les aporta el Yoga Integral. Es maravilloso poder ayudarles a ser un poquito más felices y a que descubran el enorme potencial que tienen en su interior. Y como consecuencia de abrirte a este bello camino poco a poco ese sentir, ese vivir, que tienes dentro de la esterilla, se va instalando sin ningún esfuerzo en tu vida diaria y ahí es cuando ves el verdadero poder del Yoga que te abraza, te envuelve y te acompaña y  es cuando descubres el Yoga en medio de la vida.

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